CARTA A JAUME FIGUERAS

Soy muy aficionado al cine pero apenas conocía tu carrera, por lo que tu biografía Adivina quién te habla de cines ha sido una agradable sorpresa y la he disfrutado mucho.
En tu libro no nos dices en que fecha naciste por lo que a lo largo del libro y por coincidencia con mis vivencias, puedo arriesgarme a decir que naciste el año 1940 en Agosto o Septiembre, porque yo nací en Sants el 23 de Agosto del 40 e hice el servicio militar desde Noviembre de 1960 y Julio de 1962, exactamente igual que tú, en infantería aunque los tres últimos meses los pasé en el cuartel de artillería con el equipo de gimnasia y atletismo.

Mis primeros recuerdos cinematográficos no son tan exactos como los tuyos, siempre se desarrollaron en los cines de mi barrio, el Manelic (Albéniz), Liceo, Arenas, Bohemio, Galileo y Gayarre. Mis padres también trabajaban los dos y tenían una economía aceptable para la época y se podían permitir ir al cine con mi hermana Merçé y yo. Mucha gente en peores condiciones económicas tenían que escoger entre cena o cine. De las primeras películas que contemplé, recuerdo Escalera de caracol, Luz de gas, Rebeca, pero por voluntad propia la primera fue Las minas del rey Salomón, como mi primer libro fue Robinsón Crusoe.
De las películas de mi infancia el peor recuerdo es que me daban miedo y por eso no tenía muchas ganas de asistir al cine y mi spadres tampoco.
De mi madre no recuerdo que tuviese ninguna preferencia por ningún actor y menos por el director; mi padre, más culto y leído, ya tenía más criterio. Le recuerdo discutir con su mejor amigo Francesc Capdevila después de haber visto Ladrón de bicicletas, al amigo nuevo rico, no podía admitir que en Italia hubiese tanta miseria, en cambio mi padre le emocionó el apoyo del hijo al padre después que lo dejaran el libertad.
Pero mis asesores en cine en mi adolescencia fueron mis tíos Felisa y Salvador Noguera, que iban bastante al cine y tenían buen criterio, sobre todo, mi tía. Pero hay una época entre los diez años y los veinte que mis preferencias eran el baile y consideraba una pérdida de tiempo ir al cine. Los domingos por la tarde íbamos al Orfeó de Sans a ver representaciones de teatro de aficionados pero bien hecho. Llegué a ver unas 500 obras de teatro.
Al conocer a Isabel mi afición al baile fue dejando paso a una mayor asistencia al cine, porque era más económico y necesitábamos ahorrar dinero para casarnos. Además Isabel estaba más al corriente que yo de lo que se estaba proyectando en los últimos años y tuve que hacer un esfuerzo para ponerme a su nivel.

Lo que me llevaría si solo pudiese escoger una de cada:
Música clásica: Txaikowski
Música moderna: The Beatles
Música catalana: Joan Manuel Serrat
Literatura universal: León Tolstoi
Literatura española: Benito Pérez Galdós
Literatura catalana: Josep Pla
Cine mundial: Billy Wilder
Cine español: Pedro Almodóvar
Teatro mundial: William Shaquespeare
Teatro español: Jacinto Benavente
Teatro catalán: Josep María de Segarra